UU." como parte central de su identidad de marca. La decisión, oficializada por el director ejecutivo Tim Cook en la Casa Blanca, contempla un aumento de 100.000 millones de dólares sobre su compromiso previo y la creación del "American Manufacturing Program" (AMP). Este programa tiene como objetivo relocalizar la producción de componentes clave, como el vidrio para iPhone y Apple Watch, que ahora se fabricará en una nueva planta de Corning en Kentucky. La estrategia responde a las amenazas de Trump de imponer aranceles de hasta el 25 % si la compañía no trasladaba su manufactura a suelo estadounidense. El presidente celebró el anuncio como "uno de los compromisos más grandes en lo que se ha convertido en uno de los mayores auges de inversión en la historia de nuestra nación". La inversión también incluye alianzas con gigantes como Texas Instruments, Samsung, TSMC y GlobalWafers para impulsar la producción de chips semiconductores, componentes de radiofrecuencia e imanes de tierras raras. Con esta medida, Apple no solo busca mitigar el impacto de los aranceles sobre las importaciones desde China e India, sino también construir una narrativa de marca más alineada con el proteccionismo económico de la administración actual. Se espera que el iPhone 18, previsto para 2026, sea el primer modelo posicionado con un fuerte componente de manufactura nacional, lo que podría generar más de 450.000 empleos indirectos y 20.000 directos en áreas de ingeniería e inteligencia artificial.
