Como parte de su estrategia para diversificar las fuentes de ingreso fiscal, la reforma tributaria del Gobierno incluye gravámenes específicos para la economía digital, apuntando a los juegos de azar en línea y a las compras internacionales de bajo monto. Estas medidas buscan modernizar el sistema tributario y capturar ingresos de sectores en rápido crecimiento. Uno de los componentes que se mantiene firme en la propuesta ajustada es el impuesto del 19% a los juegos de suerte y azar en línea. El Ministerio de Hacienda proyecta que solo esta medida aportará $1,6 billones a las arcas del Estado el próximo año.
Este gravamen busca formalizar y obtener una contribución de una industria que ha experimentado una expansión significativa en los últimos años.
Por otro lado, la reforma también contempla un impuesto a las compras virtuales de bajo monto, conocidas popularmente como "nininis".
Sin embargo, esta propuesta fue modificada durante las negociaciones.
Inicialmente se planteaba aplicar el impuesto a todas las compras, pero la nueva versión establece que solo se gravarán aquellas que superen los 100 dólares estadounidenses. Este cambio representa una concesión para no afectar a los consumidores de productos de menor valor, pero mantiene el principio de que las compras internacionales deben contribuir al fisco nacional.
Estas medidas reflejan un esfuerzo por adaptar la legislación tributaria a las nuevas realidades del comercio electrónico y los servicios digitales.
En resumenLa reforma tributaria busca en la economía digital nuevas fuentes de recaudo, manteniendo un impuesto significativo a las apuestas en línea y ajustando su propuesta para gravar las compras por internet, en un intento por modernizar la base fiscal del país.