La percepción es que "el 'totazo' no es ahora, sino con el nuevo gobierno".

Esta realidad fiscal limitará drásticamente la capacidad del próximo presidente para cumplir sus promesas de campaña.

Políticos como el exministro Mauricio Cárdenas, aunque se oponen a la reforma actual por considerarla mal diseñada, reconocen que aplazarla significa dejarle la tarea al siguiente gobierno.

Esta situación plantea un dilema para los candidatos presidenciales, quienes deberán comunicar al electorado la necesidad de futuros sacrificios para corregir el rumbo de las finanzas del país.