Esta reducción podría implicar que algunas medidas relacionadas con ganancias ocasionales, retenciones, herencias y dividendos se implementen con un año de gracia o con un alcance menor. En cuanto al impuesto al patrimonio, se propone que aplique a partir de las 40.000 UVT con una tarifa máxima del 5%. Por su parte, para el impuesto de renta de personas naturales, se plantea una estructura más progresiva a partir de 2027, con una tarifa máxima del 41% para los ingresos más altos. La meta de recaudo por esta vía también se ajustó a la baja, reflejando las peticiones de diversos sectores para no afectar a la clase media. Estos cambios muestran un esfuerzo del Gobierno por equilibrar la necesidad de ingresos con la capacidad contributiva de los ciudadanos y la viabilidad política del proyecto.