El Gobierno espera obtener $1,6 billones anuales solo por este concepto, aplicando un IVA del 19% a estas actividades.
La medida busca formalizar y gravar un sector en plena expansión, alineando su carga tributaria con la de otros servicios de entretenimiento.
Además del IVA, el proyecto propone un aumento al 30% en el impuesto a las ganancias ocasionales para los premios obtenidos en rifas y apuestas, lo que afectaría directamente a los ganadores. Esta estrategia fiscal tiene un doble propósito: por un lado, incrementar los ingresos del Estado para financiar el presupuesto nacional y, por otro, establecer un mayor control sobre una industria que ha crecido rápidamente gracias a la digitalización.
La decisión de mantener y fortalecer estos impuestos en la versión ajustada de la reforma subraya la confianza del Gobierno en el potencial de recaudo de este sector. Sin embargo, la efectividad de la medida dependerá de la capacidad de la DIAN para fiscalizar las operaciones de plataformas, muchas de ellas con sedes en el extranjero, y para asegurar el cumplimiento por parte de los operadores y usuarios en el país.












