La DIAN considera cada transferencia recibida en una cuenta como una nueva consignación. Esto significa que si una persona recibe su salario en una cuenta bancaria y luego lo transfiere a una billetera digital, ese movimiento se suma al total de consignaciones anuales.

La repetición de esta operación a lo largo del año puede llevar a que el monto acumulado supere el tope, activando la obligación formal de presentar la declaración de renta.

Expertos y entidades financieras han aclarado un punto importante: estar obligado a declarar no implica necesariamente tener que pagar un impuesto.

El exdirector de la DIAN, Jairo Villabona, explicó que "si son traslados en el mismo individuo, no generan impuesto; allí no hay incremento patrimonial". Sin embargo, el contribuyente sí debe cumplir con el deber formal de presentar la declaración para evitar sanciones. Por ello, se recomienda a los usuarios llevar un soporte detallado de estas transacciones para poder justificar ante la DIAN que se trata de movimientos del mismo capital y no de nuevos ingresos.