Sin embargo, el Gobierno mantendrá otras propuestas clave que considera progresivas.

Estas incluyen incrementos al IVA para licores de alto contenido alcohólico, un aumento en el impuesto al patrimonio para fortunas superiores a $2.000 millones y ajustes en el impuesto de renta para personas con ingresos mensuales por encima de $10,2 millones. El sector financiero también seguirá siendo un foco de la reforma, ya que el ministro Ávila considera que “debe aportar más a las finanzas del país”. A pesar de la incertidumbre política, el Gobierno confía en que el ambiente de consenso logrado con el presupuesto permita construir las mayorías necesarias para aprobar esta ley de financiamiento, crucial para evitar un aumento del déficit fiscal.