Este resultado subraya un problema crónico que los distintos gobiernos no han logrado resolver.
El Índice de Competitividad Fiscal Internacional, elaborado por la Tax Foundation, sitúa a Colombia en una posición desfavorable en comparación con sus pares de la OCDE.
El informe destaca que los países con mejores calificaciones, como Estonia, Letonia y Nueva Zelanda, tienden a tener sistemas tributarios más simples, neutrales y con tasas impositivas competitivas.
En contraste, el sistema colombiano es percibido como complejo y poco competitivo, lo que puede desincentivar la inversión y la formalización económica. Los artículos señalan que esta mala calificación no es una novedad, sino que refleja una problemática persistente en la política fiscal del país. La falta de reformas estructurales ha impedido que Colombia mejore su posición en este tipo de mediciones internacionales, lo que genera preocupaciones sobre su capacidad para atraer capital y fomentar un crecimiento económico sostenible. La discusión sobre la competitividad fiscal cobra especial relevancia en un contexto de debates sobre nuevas reformas tributarias y la necesidad de equilibrar las finanzas públicas sin afectar negativamente el entorno de negocios.













