Además, se informa que más de 6.000 grandes contribuyentes han cambiado su residencia fiscal.

Gustavo Morales, presidente de Fasecolda, afirmó que “una tributación excesiva termina siendo contraproducente al limitar la capacidad del sector para aportar al desarrollo”.

Los análisis advierten que insistir en esta ruta fiscal no solo afecta a las grandes corporaciones, sino también a las pymes, que enfrentan créditos más caros, y a los trabajadores, por la potencial pérdida de empleos.