En el marco de la consolidación del ecosistema de facturación electrónica en Colombia, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) ha enfatizado que este documento es el soporte principal para que los contribuyentes puedan acceder a deducciones y descuentos en su declaración de renta. No solicitarla puede limitar la posibilidad de reportar gastos y, en consecuencia, afectar el bolsillo de las personas. La obligatoriedad de la facturación electrónica para los negocios tiene un impacto directo en los consumidores y declarantes de renta. Según la DIAN, cada transacción respaldada por una factura electrónica válida permite tener trazabilidad y orden, lo cual se traduce en beneficios al momento de presentar la declaración anual. Expertos como Luis Villegas, de la empresa Cadena, destacan que pedir la factura electrónica no es solo un trámite fiscal, sino "un recurso clave de planeación financiera y un derecho del consumidor".
Para las personas naturales obligadas a declarar, acumular estos soportes a lo largo del año gravable es fundamental para poder aplicar a beneficios tributarios como deducciones por pagos en salud, educación, intereses de vivienda o dependientes económicos. La DIAN también ha implementado un incentivo de devolución del 1 % en compras para quienes exijan factura y paguen por medios electrónicos, buscando fortalecer la formalización. Este énfasis en la facturación electrónica se alinea con la modernización del sistema fiscal, que ahora permite a la DIAN verificar transacciones casi en tiempo real, haciendo del cumplimiento una tarea diaria y no periódica.
En resumenLa factura electrónica ha dejado de ser una simple formalidad para convertirse en una herramienta indispensable para los contribuyentes que buscan optimizar su declaración de renta, ya que es el principal soporte aceptado por la DIAN para validar deducciones y descuentos tributarios.