Gracias a la interoperabilidad de sus sistemas y al ecosistema de facturación electrónica, la DIAN ya no depende de visitas físicas para detectar incumplimientos. Cada factura electrónica transmitida es validada automáticamente contra sus bases de datos, permitiendo identificar errores, omisiones o posibles evasiones de manera inmediata. Alejandro Silva, gerente general de Sovos Saphety, advirtió sobre la magnitud de este cambio: "Estamos frente a un cambio histórico: la DIAN tiene hoy la capacidad tecnológica de sancionar a las empresas en segundos". Este escenario obliga a las compañías, especialmente a las pymes que pueden tener procesos internos más frágiles, a blindar su gestión tributaria para evitar sanciones que pueden ir desde la suspensión de la facturación hasta el cierre temporal del negocio.
Este avance ha posicionado a Colombia en el tercer puesto en el desarrollo de ecosistemas tributarios digitales en América Latina, según la publicación Global Tax Weekly (2025). La fiscalización en tiempo real convierte el cumplimiento tributario en un factor de competitividad, donde la prevención y la adopción de tecnología robusta son claves para la supervivencia en el mercado.