Mediante una reconsideración normativa (Concepto No.
012101 de 2025), la DIAN clarificó que los incentivos para tecnologías limpias se extienden a los ciudadanos que contribuyen a la sostenibilidad energética. Los dos beneficios principales son una deducción especial en la declaración de renta, que reduce la base gravable y, por ende, el impuesto a pagar, y la exclusión del Impuesto sobre las Ventas (IVA), lo que se traduce en un ahorro directo y significativo en el precio de compra del vehículo. Para acceder a estos alivios, los contribuyentes deben cumplir con tres requisitos fundamentales: el vehículo debe ser adquirido para uso personal y no para fines comerciales; se deben cumplir todas las formalidades de facturación; y, de manera indispensable, el automóvil debe contar con la certificación emitida por la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), que valida que cumple con los estándares de eficiencia energética y tecnologías limpias establecidos por la ley. Esta medida busca hacer más asequible la adquisición de este tipo de vehículos, alineándose con los objetivos del Gobierno Nacional de reducir el impacto ambiental del transporte y fomentar prácticas de consumo más sostenibles.