La reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro enfrenta una férrea oposición en el Congreso y en el espectro político, donde figuras como la representante Katherine Miranda y los precandidatos del Centro Democrático han manifestado su intención de rechazarla. Los críticos argumentan que la reforma afectará a la clase media y a los sectores productivos en un momento de fragilidad económica. La representante Katherine Miranda, designada coordinadora ponente de la iniciativa, ha sido una de las voces más contundentes, prometiendo hundir el proyecto. “Me tocó a mí hacer el trabajo que a usted le quedó grande: proteger a los hogares vulnerables y a la clase media”, le respondió al presidente Petro, argumentando que el IVA a los combustibles encarecería la canasta familiar. Este enfrentamiento escaló en redes sociales, donde el presidente la acusó de actuar por “ignorancia económica y odio político”.
Por su parte, los cinco precandidatos presidenciales del Centro Democrático también presentaron sus críticas y propuestas, enfocadas en la austeridad y la reducción del gasto público como alternativa a nuevos impuestos.
El precandidato Miguel Uribe propuso un plan para recortar $20 billones en gastos de personal y funcionamiento. Esta convergencia de la oposición, desde partidos de centro hasta la derecha, crea un ambiente adverso para la aprobación de la reforma en el Congreso, donde el Gobierno no cuenta con mayorías consolidadas.
En resumenLa reforma tributaria del Gobierno enfrenta un significativo obstáculo político, con una coalición de voces opositoras en el Congreso que trabajan activamente para bloquear la iniciativa, generando una gran incertidumbre sobre su aprobación final.