Esta medida ha generado preocupación entre los consumidores y el sector logístico, ya que encarecerá significativamente los productos importados que actualmente gozan de este beneficio. Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), señaló que la iniciativa “afectará directamente a los compradores” y podría cambiar la dinámica del comercio electrónico en el país. El Gobierno justifica la propuesta argumentando que busca crear un mercado más equitativo, donde las empresas locales puedan competir en igualdad de condiciones con los gigantes internacionales. Se estima que este nuevo gravamen podría generar un recaudo cercano a los $640.000 millones de pesos, que serían destinados a inversión social. Sin embargo, la implementación de la medida también plantea desafíos logísticos y diplomáticos, ya que requerirá una reglamentación clara para diferenciar los productos según su origen y podría implicar negociaciones con socios comerciales clave como China y Estados Unidos, de donde proviene la mayoría de estas importaciones.