La Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), una de las licoreras más importantes del país, advirtió que el precio de una botella de aguardiente podría incrementarse en más de un 48 %, mientras que el ron subiría por encima del 45 %. Esteban Ramos, gerente de la FLA, explicó que una botella de Aguardiente Antioqueño que hoy paga $17.500 en impuestos, pasaría a pagar $33.000. Esto podría llevar el precio final de una botella de aproximadamente $40.000 a cerca de $65.000. Críticos como el exministro Horacio Gómez y la Asociación de Bares de Colombia (Asobares) han señalado que estos impuestos desmedidos históricamente han conducido al “incontrolable contrabando y otros azotes de la comunidad”. Además, se pone en riesgo la sostenibilidad de la industria del entretenimiento y las finanzas de los departamentos, que dependen en gran medida del recaudo del impuesto al consumo de licores para financiar programas de salud y deporte.