Castellanos afirmó que “el Gobierno ha estado muy dispuesto al diálogo” y que el presidente Gustavo Petro habría dado “vía libre” a esta negociación para lograr un consenso con el legislativo.

Como parte de este acuerdo, se eliminarían algunos de los artículos más polémicos, destacando la propuesta de incrementar el IVA a los combustibles. “El incremento del IVA a los combustibles, a la gasolina y al ACPM ya no va”, aseguró el representante. Esta apertura al diálogo es vista como una estrategia del Ejecutivo para evitar que el proyecto se hunda por completo, como ocurrió con la reforma anterior, y para asegurar la aprobación de un presupuesto que, aunque reducido, permita financiar sus programas prioritarios. Sin embargo, algunos sectores del Congreso consideran que el recorte es insuficiente y proponen reducciones mayores, lo que anticipa una intensa negociación en las comisiones económicas.