Según confirmó el ministro de Hacienda, Germán Ávila, este cambio afectaría a quienes ganen más de $10,2 millones mensuales, aunque otras versiones indican que el umbral sería mucho más alto. Adicionalmente, se plantea una reconfiguración del impuesto al patrimonio, reduciendo el umbral a partir del cual se debe declarar y pagar, y estableciendo tarifas más altas para los patrimonios más elevados.

El presidente Gustavo Petro ha defendido estas medidas como un acto de justicia fiscal, afirmando que van dirigidas a los "ricos, que no pagan impuestos en Colombia". Sin embargo, esta visión es rebatida por analistas y gremios como la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), cuyo presidente, José Ignacio López, advirtió que impuestos "confiscatorios" sobre el patrimonio, que existen en muy pocos países, podrían incentivar la emigración de personas de altos ingresos y la salida de sus capitales. Esta preocupación se basa en datos que ya muestran una reducción en el número de declarantes de renta en los tramos más altos en los últimos años.