Gremios del sector automotor y analistas advierten que este cambio desincentivará la renovación del parque automotor hacia tecnologías más limpias. La Asociación Colombiana de Concesionarios de Automotores (Aconauto) calificó la reforma como "dañina para el país" y criticó la "falta de coherencia" del Ejecutivo. Según el gremio, el aumento del IVA elevaría el precio de un vehículo híbrido de 100 millones de pesos a 113,3 millones, lo que frenaría la demanda y ralentizaría la modernización de una flota vehicular que el país necesita renovar con urgencia. El argumento del Gobierno, según el ministro Germán Ávila, es que el beneficio tributario se creó para estimular la transición, pero ahora se busca ajustar la carga fiscal. Sin embargo, para los críticos, la medida castiga a los consumidores que optan por una alternativa menos contaminante que los vehículos de combustión, pero más asequible que los eléctricos puros, especialmente en ciudades intermedias donde la infraestructura de carga es limitada. El proyecto se percibe como un retroceso en los incentivos para la movilidad sostenible, priorizando el recaudo a corto plazo sobre las metas ambientales a largo plazo. Aconauto propuso, en cambio, desgravar el sector para estimular las ventas, lo que a su vez aumentaría el recaudo tributario por volumen y permitiría financiar proyectos de impacto ambiental.