Este sector, compuesto por unos 5,5 millones de familias, enfrentaría un encarecimiento generalizado del costo de vida. El aumento del IVA a los combustibles se traduciría en mayores costos de transporte público y alimentos. A esto se suman nuevos gravámenes o incrementos en servicios de entretenimiento como conciertos, plataformas digitales como Netflix y Spotify, y el consumo de cerveza y licores. Incluso se ha debatido la posibilidad de un IVA a las cuotas de administración en propiedades horizontales no residenciales, lo que afectaría a pequeños comercios y oficinas. En materia de renta, la propuesta elimina beneficios como la deducción por dependientes y ajusta las tarifas, lo que implicaría una mayor carga para trabajadores formales con ingresos medios. El exministro José Manuel Restrepo advirtió que la reforma "afecta a los ciudadanos en su consumo". Para la firma Crowe Co, un hogar promedio podría gastar entre 20.000 y 40.000 pesos adicionales al mes solo en transporte y alimentos, mientras que Fenalco alertó que la propuesta es una "bomba de tiempo para el bolsillo de los colombianos".