Este incremento se debe no solo al alza del IVA, sino a un cambio en el impuesto al consumo que duplicaría la tarifa por grado alcoholimétrico. La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, se sumó a las críticas, advirtiendo que la medida fomentará el contrabando, que ya alcanza el 36% en su región. Esto, a su vez, reduciría las rentas departamentales que financian la salud, la educación y el deporte. Asobares también manifestó su "profunda preocupación", señalando que el encarecimiento cercano al 30% en licores y al 35% en cervezas golpeará la formalidad, reducirá los márgenes de rentabilidad y afectará a un sector que genera 1,58 millones de empleos. La industria advierte sobre un "efecto boomerang": la gente dejará de consumir productos legales, caerá el recaudo y aumentará el consumo de licor adulterado, con graves consecuencias para la salud pública.