Esta medida excluye a los pequeños productores, pero impacta directamente a las grandes compañías, incluyendo a Ecopetrol, la principal empresa del país.

El expresidente César Gaviria criticó la idea de imponer nuevas cargas tributarias a este sector, afirmando que el Gobierno pretende “seguir asfixiando sectores estratégicos”. Desde la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) también se advirtió que estas medidas restan competitividad al país, desincentivan la inversión y ponen en riesgo la llegada de divisas. La propuesta se enmarca en la política del Gobierno de desincentivar la dependencia de los combustibles fósiles, pero sus detractores sostienen que, en la práctica, debilita una de las principales fuentes de ingresos fiscales y de exportación de Colombia, sin que existan aún alternativas económicas que puedan reemplazar su aporte.