García señaló que la medida afectará a la clase media, que constituye una parte importante del público que compra estas entradas. “La gente que compra boletas por $500.000 es un montón de gente de clase media, no solo de clase alta”, afirmó. Según el empresario, este sobrecosto deberá ser trasladado al público, lo que significa que “los boletos que cuestan $500.000 van a tener que empezar a costar $600.000”. Advirtió que, debido a los márgenes ajustados del negocio, si la asistencia se ve afectada, “posiblemente toca dejar de hacer algunos eventos y enfocarse más en los que uno sabe que son apuestas más seguras”. Esto podría reducir la oferta de espectáculos en un mercado como el colombiano, que ya compite en desventaja con otros países de la región como Chile, Brasil y Argentina por la infraestructura y el tamaño del público.