Esta medida busca, según el Gobierno, redirigir los incentivos fiscales hacia tecnologías de cero emisiones, como los vehículos puramente eléctricos, y corregir lo que consideran una distorsión en el mercado automotor. El Ministerio de Hacienda explicó que el beneficio del 5% de IVA se creó para estimular la transición hacia una movilidad más sostenible. Sin embargo, una evaluación reciente concluyó que el impacto de los vehículos híbridos en la reducción de emisiones es limitado en comparación con los eléctricos. Según el análisis gubernamental, mantener el incentivo para los híbridos estaba desestimulando la compra de vehículos 100% eléctricos, que representan una transición energética más efectiva. Por esta razón, el Ejecutivo decidió que los híbridos deben pagar la tarifa plena de IVA, al igual que otros bienes no considerados de primera necesidad. El ministro Germán Ávila aclaró que el cambio es específico para cerca de 10 referencias de vehículos híbridos. La medida ha generado preocupación en el sector automotor, ya que el incremento del IVA se traducirá en un aumento considerable en el precio final para los consumidores, quienes veían en los híbridos una opción intermedia y más asequible para transitar hacia tecnologías más limpias. Fenalco criticó la propuesta, afirmando que "va en contravía del compromiso ambiental del país".
