La medida busca aumentar el recaudo proveniente de las personas con mayor riqueza acumulada, en línea con el objetivo de progresividad fiscal del Gobierno. El proyecto reduce la base gravable para declarar este impuesto de 72.000 UVT (aproximadamente $3.600 millones) a 40.000 UVT (cerca de $2.000 millones). Con este cambio, el número de contribuyentes obligados a pagar pasaría de 32.397 a 105.332, lo que equivale al 1,7% del total de declarantes de renta. Además, se establecen nuevas tarifas marginales progresivas que van desde el 0,5% y pueden llegar hasta un 5% para los patrimonios más elevados, específicamente aquellos que superen los 2.000.000 de UVT.
El Gobierno estima que esta modificación permitirá recaudar $2,2 billones adicionales en 2026.
El Ministerio de Hacienda argumenta que el objetivo es "impulsar la progresividad del sistema tributario al aumentar los recursos provenientes de los contribuyentes ubicados en la parte alta de la distribución de ingresos y riqueza". Sin embargo, expertos y gremios han manifestado preocupación por el posible efecto de esta medida sobre la inversión y la posible fuga de capitales del país. Advierten que una carga tributaria excesiva sobre el patrimonio podría desincentivar el ahorro y la acumulación de capital en Colombia, afectando la competitividad a largo plazo.