La reforma tributaria propone un nuevo impuesto al consumo del 19% para las boletas de eventos deportivos, culturales y de entretenimiento cuyo valor supere las 10 UVT, equivalentes a aproximadamente $500.000. La medida busca gravar el consumo de servicios de esparcimiento por parte de los hogares con mayores ingresos, pero ha generado preocupación en el sector por su posible impacto en la venta de entradas y la competitividad de la industria de eventos en el país. El Gobierno justifica la propuesta argumentando que la exención de IVA actual beneficia principalmente a los sectores de mayores ingresos, que son los principales consumidores de este tipo de espectáculos. Según el Ministerio de Hacienda, el cambio "no busca desincentivar la actividad cultural o deportiva, sino garantizar que quienes participan en eventos de alto valor económico contribuyan, de manera proporcional". El presidente Gustavo Petro reforzó esta idea al aclarar que "el impuesto a los espectáculos es para boletas de más de un millón de pesos", aunque el texto de la reforma fija el umbral en $500.000. Se estima que la medida podría generar un recaudo adicional de $110.000 millones en 2026.
Sin embargo, gremios como Fenalco y empresarios del sector, como Diomar García, han manifestado su preocupación.
García explicó que este 19% se sumaría a otros impuestos existentes como el 10% para el Ministerio de Cultura, Industria y Comercio, y Sayco, lo que "perjudicará demasiado las ventas" al tener que trasladar el costo al usuario. Fenalco, por su parte, considera que gravar conciertos y eventos deportivos "afectará directamente al turismo, la economía creativa y el empleo".
En resumenEl Gobierno busca mayor equidad tributaria al gravar con un 19% las boletas de alto costo para espectáculos, apuntando a los consumidores de mayores ingresos. No obstante, el sector del entretenimiento advierte que este nuevo impuesto, sumado a los ya existentes, podría desincentivar la asistencia a eventos, afectando la viabilidad de la industria y el empleo que genera.