Sin embargo, esta visión es fuertemente criticada por gremios y analistas.

Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, afirmó que gravar los combustibles equivale a un "impuesto sobre toda la canasta familiar", ya que impacta el transporte de alimentos, estudiantes y trabajadores. Expertos advierten que la medida afectará la competitividad del agro y la industria, y podría acelerar la inflación, golpeando desproporcionadamente a los hogares de menores ingresos, contradiciendo la narrativa oficial.