Con esta decisión, el Ejecutivo espera recaudar $1,6 billones anuales de una industria en pleno crecimiento. Este gravamen fue introducido inicialmente de manera temporal a través de un decreto emitido en el marco de la conmoción interior declarada por la situación de orden público en el Catatumbo. La nueva Ley de Financiamiento busca convertir esta medida en permanente, argumentando que ha generado el recaudo esperado sin un deterioro significativo del sector. El Ministerio de Hacienda justifica la propuesta en el "sólido crecimiento de los ingresos de la industria por apuestas en línea" y en la necesidad de eliminar una distorsión de mercado, ya que los establecimientos físicos de juegos de azar sí estaban gravados con este impuesto. Según el texto radicado, el operador del juego será el responsable del tributo, incluso si opera desde el exterior, y el impuesto se causará al momento de realizar la apuesta. Con esta medida, el Gobierno proyecta un ingreso adicional de $1.631 billones para el año 2026, al gravar un servicio que considera "de lujo" y que no forma parte de la canasta básica de consumo de los hogares colombianos.