El proyecto contempla que los hogares de estratos 4, 5 y 6 paguen tarifas del 7%, 8% y 9% respectivamente sobre su consumo de energía, mientras que los sectores comercial, industrial y oficial pagarían un 10%. Los estratos 1, 2 y 3 estarían exentos.

Los recursos recaudados se destinarían al mantenimiento y modernización del sistema de iluminación de la ciudad.

Esta medida ha sido calificada como “regresiva” y un “golpe directo a la productividad” por concejales como Julián Sastoque, quien recordó que una propuesta similar ya fue hundida en el Plan de Desarrollo. La senadora Angélica Lozano alertó sobre el riesgo de una “doble carga” tributaria para los bogotanos, quienes enfrentarían tanto la reforma nacional como la distrital. Además del impuesto al alumbrado, la reforma de Galán propone simplificar el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), pasando de 13 a 4 tarifas, lo que según la Alcaldía beneficiaría al 68% de los contribuyentes, en su mayoría micro y pequeñas empresas. También se plantean cambios en el impuesto predial, con reducciones para el 19% de las viviendas y sin alzas para los estratos 1, 2 y 3.

Sin embargo, concejales como Juan David Quintero han expresado preocupación, señalando que la reforma no considera la coyuntura macroeconómica y podría incentivar la informalidad.