La Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón) alertó que, entre enero y julio, el país dejó de exportar aproximadamente 10 millones de toneladas, afectando tanto al carbón térmico como al metalúrgico. Carlos Cante, presidente ejecutivo de Fenalcarbón, señaló que la caída se debe a “la cantidad de tributos que se han impuesto para la venta y exportación de carbones que nos hacen menos competitivos”. Según el dirigente gremial, el Gobierno ha duplicado o triplicado los impuestos en toda la cadena productiva, lo que ha elevado los costos de manera desproporcionada. Esta situación se suma a la intención del gobierno de Gustavo Petro de frenar la minería de carbón, una postura que ha sido fuertemente cuestionada. La diputada del Cesar, Claudia Margarita Zuleta Murgas, advirtió que acabar con esta industria pondría en riesgo la estabilidad económica de la región Caribe y del país, recordando que el carbón aporta cerca de 15 billones de pesos en regalías y más de 10 billones en impuestos y contribuciones. La nueva reforma tributaria que prepara el Gobierno también contempla impuestos adicionales para el carbón y el petróleo, lo que podría agravar la situación del sector. Fenalcarbón ha respondido acudiendo a las altas cortes para buscar una salida judicial a las medidas que consideran perjudiciales para una industria de la que dependen 650.000 empleos directos e indirectos.