El objetivo es gestionar una cartera vencida que supera los $2,2 billones, correspondiente a 8.440 contribuyentes que, según los modelos predictivos, tienen capacidad económica para ponerse al día.

Este enfoque tecnológico permite a la DIAN predecir comportamientos de pago y priorizar los casos con mayor probabilidad de recuperación, optimizando así sus esfuerzos de recaudo. Luis Eduardo Llinás, director general (e) de la DIAN, describió la estrategia como “un paso decisivo hacia un cobro más inteligente y focalizado”. La campaña, que se extenderá hasta el 29 de agosto, incluye un paquete de medidas contundentes como 7.890 visitas a contribuyentes con deudas cercanas a $1,2 billones, la gestión de 5.110 depósitos judiciales por más de $54.000 millones y la imposición de 3.400 medidas cautelares sobre sumas de dinero por un monto cercano a $1 billón. La implementación de estas herramientas tecnológicas marca un hito en la administración tributaria colombiana, pasando de un modelo reactivo a uno predictivo para combatir la morosidad y asegurar los recursos públicos.