Según las cifras expuestas, del total del presupuesto, $365,7 billones (65,7 %) se destinarían a funcionamiento, mientras que solo $88,8 billones (15,9 %) irían a inversión.

La iniciativa busca generar un “gran pacto fiscal” para enfrentar la coyuntura económica y asegurar los recursos para las prioridades del gobierno, como la transición energética, la seguridad ciudadana y la inversión social. El exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, señaló que esta nueva reforma es “tres veces más grande que la que fue aprobada en el primer año de mandato”, lo que evidencia su ambición y la magnitud del desafío fiscal que enfrenta el país. La propuesta se radicará formalmente en los próximos días y su debate se anticipa complejo, dada la actual coyuntura política y las críticas sobre el elevado nivel de gasto público.