El anuncio de una nueva reforma tributaria ha generado una ola de reacciones entre los gremios empresariales y los actores políticos, quienes han expresado tanto críticas como preocupaciones sobre su impacto en la economía. Las posturas van desde la cautela hasta el rechazo de las medidas propuestas por el Gobierno. El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, ha sido una de las voces más críticas, advirtiendo que la discusión debe comenzar por el presupuesto y no por la reforma. “La tributaria no puede ser solamente la respuesta a la ambición de gasto que tiene el gobierno, que es inmensa”, afirmó. Mac Master también cuestionó la efectividad de los impuestos al patrimonio, señalando que históricamente han provocado baja inversión y fuga de capitales.
En el ámbito político, las reacciones han sido divididas. La senadora liberal Karina Espinoza manifestó su preocupación por el impacto en el “ciudadano de a pie”, mientras que desde la oposición, el partido Cambio Radical criticó que el presupuesto esté atado a una reforma “inexistente”. El concejal de Bogotá, Daniel Briceño, alertó sobre una doble carga fiscal para la capital, sumando la reforma de Petro y la de Galán. Por otro lado, la senadora Aida Avella (UP) defendió la necesidad de la ley de financiamiento para asegurar los recursos del Estado. Estas diversas reacciones anticipan un debate legislativo complejo y polarizado, en el que el Gobierno deberá negociar intensamente para lograr la aprobación de una reforma que es considerada vital para sus planes de gobierno y la estabilidad fiscal del país.
En resumenLa propuesta de reforma tributaria ha suscitado un intenso debate, con el sector empresarial, liderado por la ANDI, pidiendo un análisis previo del gasto público y advirtiendo sobre los riesgos para la inversión. En el Congreso, las opiniones están divididas, lo que augura una difícil tramitación del proyecto.