El presidente Gustavo Petro argumenta que quienes más se beneficiaron del subsidio deben ahora contribuir a pagarlo. El mandatario ha sido enfático en señalar que el déficit del FEPC, que superó los $70 billones al cierre del gobierno anterior, es uno de los "mayores errores fiscales de los últimos tiempos". Según Petro, este fondo constituyó un subsidio que benefició desproporcionadamente a los sectores más ricos de la sociedad. En sus propias palabras, "billones de pesos del erario se entregaron como subsidio a los más ricos del país, mientras la pobreza se disparaba". Por ello, la nueva contribución sobre la gasolina busca que los mayores consumidores, y por ende los más beneficiados, asuman la responsabilidad de pagar esta deuda. El presidente ha advertido que si el Congreso rechaza esta propuesta, la alternativa sería un aumento aún mayor en el precio de la gasolina. Además del componente fiscal, la medida tiene un enfoque ambiental, pues busca desincentivar el uso de combustibles fósiles y acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica, alineándose con los compromisos climáticos del país. El Gobierno ya ha ajustado el precio de la gasolina para cerrar la brecha con el mercado internacional y considera que este nuevo impuesto es un paso necesario para corregir lo que califica como una "política social al revés".
