Estos humanoides están diseñados para operar en espacios pensados para humanos, realizando tareas repetitivas o de alto riesgo.
Según Eddymar Coronel, de Fracttal, esto “permite que los equipos humanos se concentren en decisiones estratégicas”. Aunque la implementación inicial se llevará a cabo en plantas de Estados Unidos y China para la producción de servidores, esta iniciativa es un indicativo de la dirección que tomará la manufactura a gran escala. Para Apple, cuyo éxito depende en gran medida de la eficiencia y la escala de producción de Foxconn, esta evolución podría significar ciclos de fabricación más rápidos, mayor precisión y una posible reducción de la dependencia de la mano de obra humana. Sin embargo, también plantea desafíos significativos en términos de inversión, integración tecnológica y el impacto social y laboral en una industria que emplea a millones de personas. La apuesta de Foxconn por la robótica humanoide es, por tanto, un vistazo al futuro de la producción de dispositivos como el iPhone.












