Oficialmente, Apple mantendrá el control narrativo, presentando la tecnología como propia y ejecutada en sus servidores. Este giro estratégico, aunque no confirmado oficialmente, evidencia la pragmática decisión de Apple de colaborar con un rival directo para acelerar sus capacidades en IA y no quedarse rezagado en un mercado que evoluciona rápidamente. La actualización podría coincidir con el lanzamiento de un nuevo dispositivo doméstico con pantalla, diseñado para aprovechar las nuevas capacidades conversacionales del asistente.