La iniciativa busca materializar una nueva visión sobre la interacción entre humanos y tecnología, alejándose del modelo dominado por las pantallas de los teléfonos inteligentes.

El dispositivo, concebido para ser compacto y sin pantalla, utilizaría cámaras y micrófonos para percibir el entorno y responder a las solicitudes del usuario de manera conversacional.

La filosofía de Ive, quien durante una conferencia expresó que la relación actual con la tecnología no es 'fácil', parece guiar el objetivo de crear una interacción más natural y menos intrusiva. Sin embargo, el proyecto, que combina el hardware diseñado por la firma de Ive, io, con los modelos de IA de OpenAI, enfrenta retrasos significativos. Aunque el diseño físico del hardware estaría listo, persisten obstáculos en el desarrollo del software.

Entre los principales retos se encuentran definir la 'personalidad' y la voz del asistente virtual, garantizar la privacidad del usuario en un dispositivo 'siempre encendido' que recopila datos constantemente, y resolver la enorme demanda de potencia computacional que requieren los modelos de OpenAI en un formato tan reducido. Este esfuerzo por crear una nueva categoría de producto que pueda suceder al smartphone refleja una tendencia en la industria hacia la computación ambiental, un campo en el que Apple también está invirtiendo fuertemente con sus propias iniciativas de IA en el dispositivo.