Ejecutivos de Apple han reconocido en privado estas deficiencias. En contraste, el mercado de las gafas inteligentes, liderado por las Ray-Ban Meta, ha demostrado un mayor potencial de masificación. La nueva estrategia de Apple se alinea con la visión de su CEO, Tim Cook, quien ha expresado en repetidas ocasiones su preferencia por dispositivos que ofrezcan una experiencia más social y ligera en comparación con los cascos cerrados. El plan ahora se centra en acelerar el desarrollo de sus propias gafas, con un primer modelo (nombre en clave N50) que funcionaría conectado a un iPhone y se espera para 2026, seguido de una versión más ambiciosa con pantalla integrada para competir directamente con las propuestas de Meta. Este cambio de prioridades podría impactar los cronogramas de otros productos, incluido el futuro iPhone 17, y demuestra que Apple está dispuesta a ajustar su hoja de ruta para no quedarse atrás en lo que considera el próximo gran campo de batalla tecnológico.