Con el lanzamiento de iOS 26, Apple ha finalizado el soporte de actualizaciones de software para los modelos iPhone XR, iPhone XS y iPhone XS Max, lanzados en 2018. Esta decisión deja a millones de dispositivos sin acceso a las nuevas funcionalidades y, a futuro, a importantes parches de seguridad. La principal razón detrás de esta medida radica en las limitaciones de hardware de estos dispositivos. Según Apple, los procesadores con los que fueron fabricados ya no poseen la capacidad de procesamiento necesaria para soportar las nuevas funciones de iOS 26, especialmente aquellas relacionadas con Apple Intelligence, que requieren un rendimiento computacional elevado. Para los usuarios de estos modelos, las consecuencias son significativas.
En primer lugar, no podrán acceder a las novedades de la actualización, como el rediseño visual "Liquid Glass", la traducción en tiempo real o los subtítulos automáticos en FaceTime.
A largo plazo, el impacto será aún mayor.
La falta de actualizaciones de seguridad los expondrá a vulnerabilidades que no serán corregidas, aumentando el riesgo de ciberataques. Además, con el tiempo, la compatibilidad de las aplicaciones se verá afectada. A medida que los desarrolladores comiencen a adoptar iOS 26 como el estándar mínimo, muchas aplicaciones dejarán de funcionar en estos modelos más antiguos.
Finalmente, la integración con el ecosistema de Apple se verá limitada, ya que no podrán sincronizarse completamente con las nuevas funciones de otros dispositivos actualizados.
En resumenLa decisión de Apple de no actualizar los iPhone XR, XS y XS Max a iOS 26 marca el fin de su ciclo de vida de software. Los usuarios de estos modelos no solo se perderán las nuevas funciones, sino que enfrentarán crecientes riesgos de seguridad y problemas de compatibilidad con aplicaciones, lo que incentiva la renovación de sus dispositivos.