Las nuevas características, que incluyen mayores protocolos de seguridad, integración con inteligencia artificial y otras herramientas avanzadas, no pueden funcionar de manera óptima ni segura en dispositivos antiguos. Mantener el soporte para estos equipos no solo limita la capacidad de WhatsApp para innovar, sino que también expone a los usuarios a vulnerabilidades de seguridad que ya han sido corregidas en versiones más recientes del sistema operativo. De hecho, se han reportado fallas de seguridad en versiones anteriores de WhatsApp para iOS que podrían permitir a atacantes instalar software espía mediante ataques de tipo "zero-click", donde no se requiere interacción del usuario. La compañía insiste en que los usuarios de los modelos afectados deben migrar a un dispositivo más actual para garantizar la continuidad del servicio y proteger su privacidad. Esta política de obsolescencia programada es común en la industria tecnológica y busca asegurar que la base de usuarios opere sobre plataformas estables y seguras, aunque represente un inconveniente para quienes aún dependen de teléfonos con varios años de antigüedad.