La interrupción fue tan extensa que incluso afectó a Downdetector, el portal utilizado para monitorear caídas de servicios en línea.

Cloudflare actúa como un intermediario crucial que acelera el tráfico web y protege a los sitios de ciberataques. La compañía confirmó que el problema se debió a una “degradación interna del servicio”, originada por un pico inusual de tráfico que sobrecargó parte de su infraestructura. Aunque descartaron un ciberataque en los informes iniciales, el evento expuso la gran dependencia del ecosistema digital de un número reducido de proveedores de infraestructura. Para muchos usuarios, el problema se hizo visible a través de un mensaje que solicitaba desbloquear “challenges.cloudflare.com”, un componente de su sistema de verificación de seguridad que, al fallar, bloqueó el acceso a usuarios legítimos. El incidente reabrió el debate sobre la centralización de la infraestructura de internet y la necesidad de construir redes más resilientes para evitar que una sola falla genere un efecto dominó de escala mundial.