La nueva funcionalidad será opcional y deberá ser activada manualmente por cada persona.
Una vez habilitada, los usuarios podrán enviar y recibir mensajes desde otras plataformas compatibles sin necesidad de salir de WhatsApp.
Inicialmente, la interoperabilidad se limitará a conversaciones individuales, aunque se planea extenderla a chats grupales en una fase posterior.
Uno de los mayores desafíos técnicos es mantener la seguridad. Meta ha asegurado que exigirá a las aplicaciones de terceros que utilicen el mismo nivel de cifrado de extremo a extremo que WhatsApp, basado en el protocolo Signal, para garantizar la privacidad de las comunicaciones. Sin embargo, expertos advierten sobre la complejidad de implementar este cifrado de manera uniforme entre plataformas con arquitecturas diferentes. El despliegue comenzará en los países de la Unión Europea y estará disponible en dispositivos Android e iOS, excluyendo en un principio las versiones web y de escritorio. Este movimiento marca un hito para WhatsApp, que ha operado como un ecosistema cerrado por más de 15 años, y podría simplificar la experiencia digital de los usuarios al reducir la fragmentación entre aplicaciones.










