La nueva característica, denominada “Power Saving Mode”, promete prolongar la autonomía del dispositivo hasta por cuatro horas adicionales en escenarios de navegación. Para lograr esta eficiencia, el modo simplifica drásticamente la interfaz del mapa: la pantalla cambia a un esquema de blanco y negro, se reducen los elementos visuales y solo se muestra la información esencial, como la próxima maniobra o giro. El sistema aprovecha la tecnología de pantalla siempre activa (“Always-On Display”) en un modo de bajo consumo para mantener las indicaciones visibles sin agotar la batería. La decisión de limitar esta función a su propia línea de hardware, la serie Pixel 10, sugiere una estrategia de Google para diferenciar sus dispositivos y crear un ecosistema más atractivo. En lugar de ser una actualización universal para todos los usuarios de Android, este modo de ahorro se convierte en un beneficio exclusivo que podría incentivar la compra de sus teléfonos, destacando la sinergia entre el software y el hardware de la compañía.