Sin embargo, las prácticas y los riesgos subyacentes permanecen inalterados.
Al no estar disponible en tiendas oficiales, los usuarios deben descargarla desde sitios web no verificados, lo que aumenta la probabilidad de instalar versiones alteradas con software malicioso. Una de las mayores señales de alerta es la cantidad de permisos excesivos que solicita la aplicación durante la instalación, como acceso a la cámara, micrófono, ubicación, contactos y almacenamiento interno, los cuales no son necesarios para un servicio de video.
Según especialistas, estas aplicaciones pueden contener malware, spyware o troyanos diseñados para robar contraseñas, datos bancarios y otra información sensible.
Además, un dispositivo infectado puede comprometer la seguridad de toda la red Wi-Fi doméstica, afectando a otros equipos conectados.
El uso de estas plataformas no solo conlleva riesgos técnicos, sino también legales para quienes consumen contenido pirata. Los expertos recomiendan optar por plataformas de streaming legales y seguras que garanticen la protección de los datos personales y eviten las vulnerabilidades asociadas con el software de origen no verificado.












