Esta acción satura rápidamente la memoria RAM y la CPU del dispositivo, forzando el cierre abrupto del navegador y, en algunos casos, colapsando por completo el sistema operativo. En pruebas controladas, el investigador demostró que Brash puede hacer colapsar un navegador basado en Chromium en un lapso de 15 a 60 segundos, generando un consumo de memoria superior a los 18 GB. La magnitud del hallazgo es considerable, ya que los navegadores derivados de Chromium concentran más del 70% del mercado mundial, afectando no solo a computadores de escritorio, sino también a dispositivos móviles con Android y a navegadores integrados en agentes de inteligencia artificial como ChatGPT Atlas.

A diferencia de otras vulnerabilidades, Brash no requiere que el usuario descargue archivos ni instale extensiones; basta con visitar una página web especialmente diseñada.

Pino notificó el error al equipo de seguridad de Chromium en agosto, pero hasta la fecha no se ha liberado un parche oficial. Mientras tanto, se recomienda a los usuarios evitar abrir enlaces de remitentes no confiables e instalar extensiones que bloqueen JavaScript por defecto.