El investigador colombiano José Pino ha descubierto una falla de seguridad crítica, denominada "Brash", que afecta al motor Blink de Chromium. Esta vulnerabilidad permite colapsar navegadores como Google Chrome, Microsoft Edge y otros, simplemente visitando una página web maliciosa, exponiendo a más de 3.000 millones de usuarios a nivel mundial. El 'exploit' aprovecha una debilidad en la forma en que los navegadores gestionan las actualizaciones del título de una página web. Según explicó Pino, no existe un límite en la frecuencia con la que se pueden realizar estas actualizaciones, lo que permite a un atacante enviar miles de millones de solicitudes por segundo.
Esta acción satura rápidamente la memoria RAM y la CPU del dispositivo, forzando el cierre abrupto del navegador y, en algunos casos, colapsando por completo el sistema operativo. En pruebas controladas, el investigador demostró que Brash puede hacer colapsar un navegador basado en Chromium en un lapso de 15 a 60 segundos, generando un consumo de memoria superior a los 18 GB. La magnitud del hallazgo es considerable, ya que los navegadores derivados de Chromium concentran más del 70% del mercado mundial, afectando no solo a computadores de escritorio, sino también a dispositivos móviles con Android y a navegadores integrados en agentes de inteligencia artificial como ChatGPT Atlas.
A diferencia de otras vulnerabilidades, Brash no requiere que el usuario descargue archivos ni instale extensiones; basta con visitar una página web especialmente diseñada.
Pino notificó el error al equipo de seguridad de Chromium en agosto, pero hasta la fecha no se ha liberado un parche oficial. Mientras tanto, se recomienda a los usuarios evitar abrir enlaces de remitentes no confiables e instalar extensiones que bloqueen JavaScript por defecto.
En resumenLa vulnerabilidad "Brash", descubierta por el colombiano José Pino, explota una debilidad en el motor Blink de Chromium, permitiendo que una página web maliciosa sature la CPU y la RAM del sistema hasta colapsar el navegador. Afecta a miles de millones de usuarios de Chrome, Edge y otros navegadores derivados, y aunque fue reportada, aún no existe un parche oficial, por lo que se recomienda el uso de bloqueadores de JavaScript y la precaución con enlaces no confiables.