Sin embargo, la historia de Nokia no ha terminado. La compañía está ejecutando un giro estratégico para reinventarse como un actor clave en la infraestructura de telecomunicaciones. Un movimiento significativo en esta dirección es la inversión de 1.000 millones de dólares por parte de Nvidia, una alianza que busca impulsar el desarrollo conjunto de tecnologías para redes 5G y 6G basadas en inteligencia artificial. Este acuerdo posiciona a Nokia en un frente crucial de la carrera tecnológica global, compitiendo directamente con gigantes como Huawei en la construcción de la infraestructura que soportará la próxima generación de conectividad.