Ambos teléfonos comparten una filosofía de robustez, con certificaciones IP68 e IP69, además del estándar militar MIL-STD-810H, que garantiza protección contra caídas, polvo y agua.

La autonomía es otro punto en común, con baterías de 5.000 mAh para el Neo y 5.200 mAh para el Fusion, ambas con carga rápida de 68 W. Sin embargo, las diferencias se hacen evidentes en sus configuraciones. El Edge 60 Neo se posiciona como una opción más fotográfica, con un sistema de cámara triple co-desarrollado con Sony que incluye un sensor principal de 50 MP, un ultra gran angular y un teleobjetivo de 10 MP con zoom óptico 3x. Su pantalla pOLED de 6,4 pulgadas ofrece una resolución 1.5K y un brillo de 3.000 nits. En contraste, el Edge 60 Fusion apuesta por un diseño más envolvente con una pantalla curva pOLED de 6,5 pulgadas y un brillo superior de 4.500 nits, aunque su sistema de cámara es más sencillo, compuesto por un sensor principal de 50 MP y un ultra gran angular. En cuanto a rendimiento, el procesador Dimensity 7400 del Neo tiene una ligera ventaja en eficiencia de IA, complementado con 12 GB de RAM expandibles, mientras que el Fusion ofrece una configuración más modesta de 8 GB. La elección entre ambos se reduce a una cuestión de prioridades: el Neo para quienes buscan versatilidad fotográfica y el Fusion para quienes valoran un diseño curvo y una excelente relación costo-beneficio.