Los usuarios pueden escribir una URL o hacer preguntas directamente, y el sistema responde o navega dentro del mismo entorno.

El navegador, construido sobre la base de Chromium para garantizar compatibilidad, incluye una barra lateral interactiva que permite al asistente analizar, resumir o explicar el contenido de la página activa. Una de sus funciones más destacadas es el “modo agente”, una capacidad para usuarios de pago que permite a ChatGPT ejecutar tareas complejas de forma autónoma, como investigar un tema, planificar un viaje o incluso realizar compras en línea, interactuando con diferentes sitios web sin intervención manual. La plataforma también cuenta con una función de “memoria” opcional que recuerda el contexto de búsquedas anteriores para ofrecer respuestas más personalizadas, aunque OpenAI asegura que la privacidad del usuario se mantiene bajo su control, permitiendo editar o eliminar el historial. El anuncio provocó una caída de más del 3 % en las acciones de Alphabet, la empresa matriz de Google, evidenciando el potencial disruptivo del lanzamiento. Con este movimiento, OpenAI no solo amplía su ecosistema de productos, sino que redefine la búsqueda en internet como un diálogo inteligente en lugar de una lista de enlaces.