El Galaxy XR se distingue por su profunda integración con la inteligencia artificial multimodal, utilizando Gemini de Google como asistente principal. A diferencia de un simple sistema de comandos, el visor puede entender el entorno del usuario a través de la visión, la voz y los gestos, permitiendo una interacción natural para trabajar, jugar o explorar contenidos.

Por ejemplo, es posible mantener conversaciones fluidas con el dispositivo o recibir sugerencias contextuales basadas en lo que el usuario está viendo. A nivel de hardware, el visor está impulsado por el procesador Snapdragon XR2+ Gen 2, cuenta con 16 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento en su versión base y pantallas micro-OLED 4K para cada ojo, ofreciendo una resolución superior a la de su competidor de Apple. Samsung también ha puesto un fuerte énfasis en la comodidad, con un diseño ergonómico que distribuye el peso y una batería externa para reducir la carga sobre el rostro.

Una de las mayores ventajas del Galaxy XR es su apuesta por un ecosistema abierto basado en Android, lo que permite que todas las aplicaciones de Android funcionen de forma nativa y facilita a los desarrolladores la creación de nuevas experiencias usando estándares como OpenXR y WebXR. Con un precio de lanzamiento de 1.799 dólares, casi la mitad que las Apple Vision Pro (3.499 dólares), Samsung busca democratizar el acceso a la realidad mixta.

El dispositivo ya está disponible en Estados Unidos y Corea del Sur, con una expansión a más mercados prevista para 2026.