La infección comienza con archivos comprimidos en correos electrónicos que simulan ser comunicaciones judiciales.

Una vez ejecutado, DCRat puede capturar la pantalla, registrar pulsaciones de teclas, acceder a credenciales y ejecutar comandos de forma remota.

Por otro lado, la firma Zimperium alertó sobre ClayRat, un spyware que se camufla como versiones "premium" de aplicaciones populares como WhatsApp, TikTok y YouTube.

Este malware se propaga a través de canales de Telegram y sitios falsos, y una vez instalado, puede leer mensajes, acceder a fotos, escuchar llamadas y autoenviarse a los contactos de la víctima. Adicionalmente, se ha identificado una extensión maliciosa para Google Chrome que se hace pasar por una herramienta de seguridad. Este 'infostealer' es capaz de modificar visualmente los sitios web de entidades financieras para presentar formularios falsos, desviando los datos ingresados y sustituyendo billeteras de criptomonedas por las de los atacantes. Estas campañas demuestran la creciente sofisticación de los ciberdelincuentes, que aprovechan la confianza de los usuarios en aplicaciones conocidas para distribuir software malicioso.