Además de sus capacidades multimedia, la tecnología se está posicionando como una solución clave para mejorar la autenticidad y combatir el fraude. Con una base de usuarios que equivale a cerca del 80% de los smartphones activos en México, RCS ha pasado de ser una promesa a una realidad tangible. A diferencia del SMS tradicional, RCS permite una comunicación enriquecida con imágenes, videos y botones interactivos, lo que ha despertado el interés de las empresas para sus campañas de marketing conversacional. Según datos de la empresa Sinch, los mensajes RCS en México alcanzan tasas de lectura cercanas al 90% y una interacción superior al 80%. Un aspecto crucial de su evolución es su papel en la seguridad. En una era de creciente desconfianza digital, donde el smishing (phishing por SMS) es una amenaza constante, RCS ofrece una ventaja significativa: la verificación de remitentes. Esta función permite a las empresas tener perfiles con su nombre, logo y una insignia de verificación, asegurando al usuario que la comunicación es auténtica. Esto es especialmente valioso para sectores sensibles como la banca, la salud o el gobierno, que pueden enviar alertas o notificaciones sin temor a la suplantación.

La adopción de RCS se expandirá aún más con su llegada a los dispositivos iPhone en 2026, lo que podría elevar su cobertura en México a casi el 90% de los usuarios móviles, acercando al país a una adopción prácticamente total de esta tecnología.